Victor Medina, proveniente de Guadalajara Jalisco, con 25 años de edad. Es un médico que disfruta su profesión, pero es de esas personas, a las que les gusta añadirle sabor a la vida, conjugando el mundo interno en el que divaga con el entorno en el que se desenvuelve. «Disfruto de ver la vida de una manera no ordinaria. No puedo evitar observar los detalles, las formas, los colores en las que se hace manifiesto el pensar y sentir humanos».
Platicar. Platicar es intercambiar percepciones, puntos de vista, pensamientos en palabras. Es darte cuenta de la existencia de alguien más, y de la coexistencia de un mismo. Da lugar al error y a la variedad. Una plática entregada, en la que se entregue tan solo la palabra de uno mismo, en lenguaje, a alguien más. De la música ni hablar, lo considero un medio de transporte, de conversión. Es el borde y el impulso. Me regala una emotividad extra, que late.
Víctor o como el prefiere que le llamemos «Sler Med» no reconoce tener algún estilo definido aún, él lo ve simplemente como la manera de darse a entender con el exterior, al crear un puente de letras entre él y la persona que lo lee.
Noctambulo. Las luces de colores en el cielo, poco a poco, han desaparecido, se han escondido tras el manto oscuro de una noche sin estrellas. El brillo llega solo, sin la compañía de los gritos y sonrisas de aquello que siempre ha flotado por entre las nubes, un relámpago a secas. La poesía de los poetas lastima ya muy poco el corazón, y enciende apenas los labios. La fiesta de noche, sin luces, iluminada solo por luciérnagas de metal incruento. El viento, como halito de una bestia que siempre ha dormido, se desliza sobre la tierra, y levanta el polvo de lo que había permanecido oculto, deja desnudo lo que debajo de ella dormita. Noctambulo caminar mío.
Aquí paso el link donde podemos saborear un poco más de la escritura de Sler Med