Kirsty Mitchell nació y se crió en el condado de Kent, UK, también conocido como “El jardín de Inglaterra”. Sus primeros recuerdos son siempre las historias que le leía su madre cuando era niña. Ella era su profesora de inglés y le leía casi todos los días. Ella fue quien le inculcó el regalo más precioso que una madre puede ofrecer, su imaginación y su creencia en la belleza. Al crecer, el arte se convirtió en su única pasión. Estudió hasta que cumplió los 25, realizando cursos de historia del arte, fotografía, bellas artes, y luego entrenando en “vestuario” para cine y teatro en el London College of Fashion.
Después de graduarse trabajó por un corto periodo de tiempo en la industria, decidiendo continuar con su educación y volviendo a la universidad donde completará un grado de primera clase con honores en diseño de moda en Ravensbourne en el verano del 2001. Durante ese tiempo realiza dos prácticas en los estudios de diseño de Alexander McQueen y Hussein Chalayan, que tendrán un gran efecto en ella. Desde entonces ha trabajado a tiempo completo como diseñadora de moda para una marca de diseño global, hasta que en 2007, cuando una enfermedad personal trajo un repentino cambio en su persona, decidió coger una cámara.
Sus retratos, autorretratos y lugares que encontramos en sus distintas galerías ya nos transmiten fuertes emociones, aunque sin duda es su serie Wonderland la que nos hará rendirnos a la creatividad, el talento y la belleza que consigue transmitirnos la artista, una serie que empezaría en el 2009 y que todavía no ha dado por finalizada, ni queremos que lo haga, pues cada nueva aportación es un suma y sigue a todo ese “país de las maravillas” que con tan buen criterio sabe crear para deleite del espectador. A Kirsty Mitchell también la podemos seguir en Flickr y en su página de Facebook.
Wonderland es una galería con formato de cuento de hadas. Como ella misma dice, sería “el lugar donde cualquier cosa puede pasar” Con trajes de elaboración propia y colores expresivos, Kirsty hace todo lo posible para lograr el aspecto y la escena apropiada. Algunas escenas pueden llegar a requerir una espera de meses para captar las flores que florecen en temporadas concretas y que solo duran un par de semanas. Los personajes que crea son imaginarios aunque el entorno es real. Esta búsqueda de la perfección la conduce a una obra impresionante a la que está totalmente sometida, trabajando 7 días a la semana y dejándola agotada. Kirsty busca siempre la iluminación natural con reflectores, y uno de sus herramientas principales de trabajo es una escalera. La escenografía y el vestuario, como ya hemos dicho, son piezas claves en sus creaciones.
Wonderland se originó como un concepto más pequeño del que ha acabado siendo. Inicialmente pensada para realizar durante un verano, se acabó transformando en un ciclo que abarcara las 4 estaciones y cubriera todos los colores del arco iris. Con sesiones de hasta tres meses de duración, la serie continúa en proceso, aunque se acerca a su fin. La belleza de las imágenes de Kirsty compensa la triste y melancólica biografía de la propia artista. Sin duda todo un ejemplo de superación y de fe en sus pasiones y sus sueños. “La determinación es la clave -dice Kirsty- No te compares con los demás y trata de encontrar tu propia identidad y tu pasión. Si la puedes visualizar, vas a llegar a ella, de alguna forma. Basta con empujar sus límites y no rendirse nunca”